
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump (Flickr/Gage Skidmore)
Las comunidades científicas y universitarias de Estados Unidos también están en campaña de cara a las próximas elecciones presidenciales del 8 de noviembre. Times Higher Education (THE) abre hoy su web con un artículo sobre los peligros del populismo, no sólo el del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, sino el del británico Nigel Farage, responsable de la campaña en favor del llamado «Brexit», la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El texto, firmado por John Morgan, alerta del peligro que el tipo de políticas que promueven individuos como Trum o Farage –nacionalistas, racistas y arrogantes–, supone para las universidades, instituciones cosmopolitas que favorecen el movimiento de ideas gracias al intercambio global de estudiantes e investigadores.
THE no es la primera publicación de su tipo que se pronuncia sobre el inminente proceso electoral estadounidense. Si la revista Science dedicó su portada del 21 de octubre a los desafíos que en materia de ciencia deberá enfrentar el próximo presidente, sea el republicano Donald Trump o la demócrata Hillary Clinton, la revista Nature fue más allá, y en su artículo editorial del 20 de octubre pidió el voto para Hillary Clinton.
Este texto, con el elocuente título de «Let reason prevail» («Que prevalezca la razón»), recuerda que ya en 2011, Nature denunció que el Congreso estadounidense, en manos republicanas, hubiera aprobado una legislación que negaba el cambio climático. Aquello, continúa el artículo, fue el primer paso para la invasión populista de la política de su país. «A la luz de la actual campaña presidencial, en lo que se refiere a la razón, la decencia y el uso de las evidencias, gran parte del sistema político del país parece haber perdido la cabeza», dice Nature. La revista se refiere al candidato republicano en términos duros –Trump es un «demagogo» que no está preparado para el cargo– y lo compara con los movimientos populistas de extrema derecha que han surgido en otros países, como Geert Wilders en los Países Bajos, Viktor Orbán en Hungría o los Le Pen en Francia. Además de criticar las propuestas de Trump que afectarían a los tratados de comercio internacional, Nature se centra en el punto que tiene a los científicos en pie de guerra: la pretensión del republicano de invertir en energías fósiles, echando por tierra el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Trump parece ser el candidato que más ha enardecido a la comunidad científica en la historia de las elecciones estadounidenses. Ya recogió este blog las contundentes declaraciones de Marcia McNutt, presidenta de la National Academy of Sciences (NAS), precisamente durante el foro bilateral que celebraron NAS y la Academia Mexicana de Ciencias el pasado 3 de octubre en Washington. McNutt alertó de que un muro de las características que propone Trump impediría el paso de muchas especies animales que migran al norte debido al cambio climático y afectaría el hábitat de más de mil especies, muchas de ellas en peligro de extinción.
