Las ONG a las que dejan sin fondos proporcionan, sobre todo, información sobre métodos de protección sexual y contracepción (Flickr/Jon Rawlison)
La reinstauración de las políticas antiaborto por parte de Donald Trump dañarán a la salud mundial. Así de tajante se muestra The New England Journal of Medecine en un artículo publicado la semana pasada. En él, recuerda que la orden ejecutiva conocida como «Mexico City Policy» (Política Ciudad de México) o «Global Gag Rule» (Ley Mordaza Global), restituida por el nuevo presidente de Estados Unidos y que prohíbe las ayudas gubernamentales a las organizaciones que promuevan actividades relacionadas con el aborto, es un claro ejemplo de las «políticas libre de pruebas» que ignora las evidencias científicas.
Anunciada por Ronald Regan durante la Conferencia Internacional sobre la Población de las Naciones Unidas de 1984, celebrada en la Ciudad de México –de ahí su nombre–, la Global Gag Rule ha sido abolida y reinstaurada periódicamente, dependiendo del partido en la presidencia. Estuvo vigente con Reagan y Bush padre, hasta que Bill Clinton la derogó; Bush hijo la restituyó y Obama la abolió nuevamente. El decreto pretendía disminuir el número de abortos en todo el mundo; sin embargo, diversos estudios científicos han demostrado a lo largo del tiempo que la ejecución de estas políticas no solo aumenta el número de abortos, sino que pone en peligro la salud de las madres y de los niños.
La norma deja sin fondos, y por lo tanto incapacita, a asociaciones que proporcionan educación sexual e información sobre métodos anticonceptivos, lo cual reduce precisamente la necesidad de interrumpir el embarazo. «Restringiendo el acceso la la contracepción moderna, estas políticas llevarán muertes debidas a complicaciones relacionadas con el embarazo, aumentarán los abortos inseguros y elevarán las tasas de sexo inseguro (favoreciendo, por ejemplo, la transmisión del VIH)», concluye el artículo.
