
Vista de la página de la Casa Blanca donde se guardaba información sobre el cambio climático
Tal y como prometió Donald Trump durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de Estados Unidos el pasado noviembre, empezó a tomar decisiones el «día uno» de su toma de posesión, este último viernes. La primera más notoria en cuanto a ciencia fue la eliminación de toda referencia al cambio climático de la página de la Casa Blanca.
La web informa puntualmente, en cambio, de cuál será la política energética que viene. Con el título «An America First Energy Plan» (Plan de Energía América Primero»), la Administración Trump anuncia una política energética que «baje los costos para los americanos que trabajan duro y potencie el uso de los recursos americanos, liberándonos de la dependencia del petróleo extranjero». El comunicado es contundente en contra de legislaciones anteriores: «Durante demasiado tiempo, hemos sido frenados por gravosas regulaciones sobre nuestra industria energética. El presidente Trump se compromete a eliminar políticas dañinas e innecesarias, tal y como el Climate Action Plan [Plan de Acción sobre el Clima] o la norma Waters of the U.S. [Aguas de Estados Unidos]».
A la vez, desechan todo consenso científico que hay en torno a las energías renovables como posible camino para revertir el calentamiento global. «La Administración Trump adoptará la revolución del gas y del aceite de pizarra para traer empleos y prosperidad a millones de estadounidenses. Debemos aprovechar los cerca de 50 billones de dólares en reservas de pizarra, petróleo y reservas sin explotar de gas natural, petróleo y gas natural que el pueblo estadounidense posee, especialmente en territorio federal», aseguran, al tiempo que prometen revivir la industria nacional del carbón.
Tal y como recuerda The New York Times, toda la información que sobre el cambio climático ofrecía el sitio de la Casa Blanca estaba considerada como de las más autorizadas en el mundo, y los científicos temen que se pierda. Desde la elección de Donald Trump, unas 50 instituciones universitarias y científicas de ese país trabajan voluntariamente en recopilar y almacenar todo que se ha guardado hasta ahora en los sitios de distintas agencias federales, incluida la NASA, que registraban datos sobre el clima como las tendencias de la temperatura atmosférica, los niveles de emisión de gases de efecto invernadero o el aumento del nivel del mar.
